Tal parece que los trapitos sucios tienen que lavarse siempre en TV y en vivo y en directo. Rosángela Espinoza y Jazmín Pinedo no encontraron mejor forma que dilucidar sus querellas personales frente a cámaras en un programa en vivo de la televisión peruana.
¿Hasta cuándo vamos a seguir soportando estas discusiones baratas de callejón (con el perdón de las callejas) de medio caño?
Hagan su competencia, pásenla bonito, diviértanse y diviertan al público que no está para atender tensiones e hipertensiones ajenas.