Es muy loable cuando un deportista combina su profesión con otra actividad como cultor del emprendimiento empresarial. Un millón de aplausos.
Este es el caso del boxeador Jonathan Maicelo quien, sin embargo, su proceder como empresario deja mucho que desear, pues su actitud beligerante lo ha llevado a maltratar psicológicamente a una mujer de 62 años, quien resulta que es su socia, con quien abrieron un restaurante.
Todo parece indicar que este proceder nace de la envidia que corroe su ser, al enterarse que la Señora decidió abrir con su hijo otro restaurante según reportaje del programa Día D”.
Allí empezaron las pesadillas, pues Maicelo haciendo uso de su bravuconada, la amenaza a ella en su nuevo local y también a sus trabajadores, convertido en todo un eximio cultor del feminicidio.