Que una persona sueñe o pretenda alcanzar una presidencia de la República, no es pecado. Tiene todo el derecho de asumir ese proyecto personal.
Y para esto, si está liderando un programa televisivo pues tiene sus ventajas llevar canastas familiares a las familias más vulnerables de nuestro medio. Esto es elogiable, pero como decimos tiene sus ventajas laborar en el mundo de la TV.
Tienes auspiciadores que te pueden solventar el gasto de los productos que entregas. En el caso de Aldo Miyashiro, a través de su programa “La Banda del Chino”, lo está haciendo. Pero esa dichosa entrega podrían hacerla los reporteros del programa, sin necesidad de que él mismo asuma esa responsabilidad.
Lo que sucede es que él tiene que ser la parte directa sin intermediarios. ¿Una candidatura al Congreso, a la Presidencia? Bueno el tiempo lo dirá.