“El Wasap del JB”: Una indignación encubierta

Danny Rosales, cómico de “El Wasap del JB”, se enardeció con una señora que salió de compras a la calle un día prohibido en plena cuarentena. Le dijo su vida.

Muy loable, pero que hay del programa “El Wasap del JB”, que se graba y emite, con el riesgo de que las personas que allí actúan se contagien del coronavirus.

Eso no se oye padre. Es decir: “A Dios rogando y con el mazo dando”, como señala este refrán quijotesco que, cubre las serias irregularidades que está cometiendo dicho programa al grabar en grupo y sin mascarillas.

Danny hizo lo correcto y dio a entender su indignación, pero más nos indigna que, se haga caso omiso a las directivas del Gobierno en salvaguarda de la defensa de esta lacra social.